No soporto los vinos.
Peores cuanto más caros.
Doy un sorbo y pienso qué le habrán
metido en la barrica para darle gusto.
Qué jamón podrido.
Qué gato muerto.
Veo el rodal que deja en la mantelería
y calculo el precio de quitar la taca.
A cuánto el escurrín.
La última lágrima.
Me invitaron una vez a una cena
—por una razón que no viene al caso.
Ví lo que costaba el vino
y se me encogió el diafragma!
Água me pedí
y no probé ni el agua.
-un poema de Tive Martinez, 2021
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