viernes, 16 de febrero de 2024

LOS JUSTOS Y LOS CREYENTES (poema)


"Me quiero asegurar que mi sombrero está bien roto
y que los rayos pueden entrar en mi cabeza" (Veneno)



los justos y los creyentes son de ir
cubiertos, les gustan mucho los gorros
las capuchas, los sombreros
les gusta ir coronados
se lían al cuello unos trapos
muy ostentosos con los que se tapan
las vergüenzas los unos a los otros
los unos por encima de los otros

para tener la certeza absoluta
hay que tapar cualquier orificio
para que no se cuelen los demonios
de la duda, y eso permite hacer justicia
apretar el gatillo, accionar
los resortes de la guillotina
y creérselo todo, creerse el todo
y hacérselo creer a los otros.



-un poema de Tive Martínez, 2024

viernes, 17 de noviembre de 2023

Túneles (poema)


Debajo de mi casa corría un túnel.
Lo supe un día al tirar de la cadena —alguien se quejó abajo, me pidió que fuera a cagar a otro sitio.
Parece ser que les caía todo el mondongo en la cabeza.
Desde aquello hice mis necesidades en un cubo.
También me dijeron que me duchara con agua fría —que el agua caliente les quemaba la cara.

Un día salió alguien de abajo por un armario.
Me hizo un gesto de silencio y se encendió un cigarro — si fumaban abajo, el túnel se les llenaba de humo.
Se pilló unos cereales y hojeó mis cómics —creo que abajo no les dejaban tener más que libros sin ilustraciones.
Antes de volver al túnel sacó unos cables y una antena para coger la señal del fútbol.

Si lo piensas, es un poco incómodo tener un túnel debajo de tu casa. 
Comencé a andar de puntillas, con miedo de que una canica molestará a los de abajo — pero también es verdad que te acostumbras.
Los de abajo son muy discretos. 
En principio son personas como las de arriba, solo que no puedo asegurarlo —nunca fui allá abajo. 

Una noche soñé que bajaba y era un sitio muy normal .
No había arañas ni ratas —pero no tenían cereales ni cómics.
Se estaba tranquilo menos cuando te caía la caca de los vecinos encima —hay gente que no tiene cuidado.

Todo se acabó de repente cuando chocaron con algo duro y no pudieron continuar el túnel.
Entonces los de abajo se pusieron nerviosos, cavaron por sitios equivocados —y ahí empezó el colapso.
Muchos salieron por los armarios, otros por los wáteres.
Todos tosiendo y con el pelo lleno de tierra —me llamó la atención que algunos salían fumando.

En fin, el vecindario se vino abajo con los túneles.
Todas las calles, las casas, el parque.
Yo traté de salvar los cómics entre los escombros.
Los supervivientes nos miramos raro —como si la mayoría no supiera que vivíamos con ese queso de túneles con personas debajo.


—un poema de Tive Martínez, 2023
—ilustración de PantheraLeo1359531 licencia Creative Commons


jueves, 2 de noviembre de 2023

En mi pelo negro flores de granado, por Sanaz Davoodzadeh Far

 

en mi pelo negro

flores de granado


este otoño huele a primavera


.


esta vez la libertad

de mi pelo

se alzará


viento!

agita mi pelo!


bala!

esta vez

mi cuerpo no tiene límites para ti


dispara!

dispara!

mi pelo ondea al viento

y te sofocará


bala!

balas!

llevamos el miedo

en nuestras heridas


hemos enterrado

la libertad


beso tus labios


.


en mi mirada

un ciervo


la paz

cruzará un paso lleno de minas


quizás la explosión

será el final de todas las guerras



-un poema de Sanaz Davoodzadeh Far, 2023

publicado originalmente en el número 22 de la revista Humanity (Rusia)

- traducción de Tive Martínez

jueves, 3 de noviembre de 2022

POEMA SOÑADO

 


Quem vem vindo ali / tá capengando numa perna só

Só pode ser coisa ruim / como bem já dizia minha vó

(Paulo César Pinheiro)


Nuestra casa, tan pobre que entran las hojas secas, entran palitos, entran plumas, entran ratones, entra
el remolino.

Una noche entró una pierna, toda larga y musculosapierna bonita articulada, pierna ágil de hombre
araña.

Saltó sobre la mesa de la cena y caminó entre los platos con huevo frito y patatas fritas, pisó las migas
del pan duro.

Sobre la punta del dedo gordo, hizo piruetas, se miró en el reflejo del agua de los vasos, bailó una jota, nos hizo
risas.

Los mayores no querían una pierna encima de la mesa, no querían que bailara, la querían fuera.

Y ya no volvió a entrar la magia por el roto de la puerta. ¡Que no estaba sucia, que era alegre, jotera
y limpia!

Pero la puerta sigue 
rota.


—soñado por Tive Martínez en la madrugada del Día del Sací, 2022


miércoles, 18 de mayo de 2022

CAMISETA MOLONA

 


Yo soy aquel que va al trabajo con una gorra descolorida que pone Amsterdam.

La compré para el sol cuando estuvimos en Amsterdam y siempre me recuerda a los flamencos color de rosa

que nos llevó a ver Nadia de Vries, tan alta y tan rubia como nosotros bajitos y morenos.

Una cosa que tiene usar la misma ropa durante años es que se le van pegando los recuerdos como pelos de gato.

Todas las camisetas que tengo las compré de golpe en un 3 x 1 y son las que uso para todo.

Para trabajar o para dormir me pongo la misma camiseta blanca con el T-Rex de Basquiat que llevaba puesta en una visita al Musée d’Orsay

donde me dijeron hey, nice T-Shirt!

Está tan esmerada la camiseta que se me transparenta el ombligo
Pero no estamos para tirar.

Aquí no se tira nada.

 

-un poema de Tive Martínez, 2022

jueves, 17 de marzo de 2022

AHÍ, PRECISAMENTE

 

 

Como cuando se te engancha una langosta

en el pelo, y el pobre bicho se agarra y se agarra

con sus patitas crujientes.
 

Y lo dejas estar por no romperle nada porque

no hace ningún daño. Es lo que me pasó

con aquella señora del asilo.

 

Ella estaba con su hija, y yo solo de visita,

pero fue verme y arrojárseme a la entrepierna

con toda su alma.


La hija se afanó por separarnos,

como si solo viera la demencia,

pues no la calaba.


Los viejos necesitan a los jóvenes

para no morir. Se mueren por una caricia

de carne viva.


Dejé que se aferrara ahí, 

precisamente. No quise quebrar los nudos

de una mano tan delicada.



--un poema de Tive Martínez, 2022

 

miércoles, 26 de mayo de 2021

CENA FRUGAL (un poema)

 


No soporto los vinos.
Peores cuanto más caros.
Doy un sorbo y pienso qué le habrán
metido en la barrica para darle gusto.
Qué jamón podrido.
Qué gato muerto.

Veo el rodal que deja en la mantelería
y calculo el precio de quitar la taca.
A cuánto el escurrín.
La última lágrima.

Me invitaron una vez a una cena
—por una razón que no viene al caso.
Ví lo que costaba el vino
y se me encogió el diafragma!
Água me pedí
y no probé ni el agua.


-un poema de Tive Martinez, 2021

LOS JUSTOS Y LOS CREYENTES (poema)

"Me quiero asegurar que mi sombrero está bien roto y que los rayos pueden entrar en mi cabeza" (Veneno) los justos y los creyentes...