y así es como bailamos: vestidos
blancos de mamá hasta los pies, agosto lento
blancos de mamá hasta los pies, agosto lento
nos teñía las manos de granate. y
así es como amamos:
un quinto de vodka y un otoño en el ático, tus dedos
un quinto de vodka y un otoño en el ático, tus dedos
en mi pelo—mi pelo un incendio.
Cubiertos
los oídos, la rabieta paterna se tornó
los oídos, la rabieta paterna se tornó
un pálpito. Al tocarse nuestros
labios el día se cerró
en su ataúd. En el museo del corazón
en su ataúd. En el museo del corazón
hay dos seres sin cabeza alzando un
edificio en llamas.
Hubo siempre una escopeta sobre
Hubo siempre una escopeta sobre
la chimenea. Siempre otra hora que
matar—para después
pedir a algún dios que la devuelva. Si no el ático, el coche.
pedir a algún dios que la devuelva. Si no el ático, el coche.
Si no el coche, el sueño. Si no el chico,
sus ropas. Si no vive,
cuelga el teléfono. Porque el año es la distancia
cuelga el teléfono. Porque el año es la distancia
que recorrimos en círculos. Como
decir: así es como
bailamos: a solas, el cuerpo dormido. Como decir:
bailamos: a solas, el cuerpo dormido. Como decir:
así es como amamos: un filo en la
lengua
volviéndose lengua.
volviéndose lengua.
-- "Homewrecker", poema original de Ocean Vuong, incluído en su libro Night Sky With Exit Wounds (Copper Canyon Press, 2016)
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