lunes, 20 de julio de 2015

"Historia real", de Yrsa Daley-Ward

-- una traducción de José María Martínez / Tive



No es que papá no os quiera a ti
y a tu hermano
dijo mamá,
untando nuestras piernas paliduchas con vaselina
O que la tía Amy sea una pelandrusca roba
maridos que te la clava por la espalda
que como no puede conservar a su hombre tiene que
robárselo
a otra.
Ya no nos miramos a los ojos,
eso es todo
y además él no iba a dejar de comer
anacardos en la cama.

No es que tu madre y yo
nos odiemos
dijo papá, embutiendo un billete arrugado
de diez libras en el bolsillo de mis chinos
o que me haya olvidado de tu cumpleaños
pero necesito tiempo para pensar. Me voy
a vivir con Amy
y en cualquier caso, tu madre le echa demasiada
sal a la comida.

No es tanto una aventura, ya
me entiendes
dijo la tía Amy, atando los cordones
de las pequeñas Nike de mi hermano
y deshaciéndome los nudos con el
peine de madera en forma de puño
sino más bien el encuentro de dos mentes,
fuera de nuestros respectivos votos.

(Y dos cuerpos, farfulló mamá cuando
se lo conté más tarde.
Golfa de doble cara. Menuda broma.
No le digas a nadie lo que he dicho.
No le digas a nadie lo que he dicho.)

Tampoco es que
tu madre sea exactamente un ángel
dijo papá con los ojos enrojecidos de sangre
y una vena palpitando en su frente
apurando el último whisky
y la tía Amy dijo, tranquilo Winston
ya has tomado mucho
y papá dijo, No me digas lo que tengo que
hacer
no eres mi mujer todavía, y ya te piensas
que lo sabes todo.
Sí, ¿te piensas que lo sabes todo?

No es que tu familia se vaya al
infierno, necesariamente
dijo la abuela, hirviendo el plátano
verde, el ñame y la albóndiga de masa
y rallando el coco sobre el arroz
y los guisantes

Solo tienen que aceptar a Jesucristo
en sus vidas
y abandonar la bebida y el pecado y todas
las mentiras.
Y ahora ve a lavarte las manos y pon
la mesa.
No te preocupes, niña.
Rezaremos por ellos esta noche.



-- poema de Yrsa Daley-Ward, incluido en "Bone" (CreateSpace Independent Publishing Platform, 2014)

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