Despierto en blanco
de un sueño
negro
del que solo recuerdo
avanzar a ciegas
deshaciendo telarañas
por un estrecho
pasadizo.
Con párpados
pegajosos
busco a tientas
unos calcetines
en el caos
de la mesilla.
Palpo el bulto confuso
de la ropa
y confío en calzar
el zapato correcto.
Luego desciendo
los escalones
en total oscuridad
burlando a cada paso
el abismo.
Por fin doy con la puerta,
me ajusto el casco
de minero
y enfrento las tinieblas
del exterior.
De la caverna.
© José María Martínez, 2013
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