Atención: el contenido de este libro es muy frágil. Se
recomienda una lectura previa de la biografía en solapa, así como del
pertinente prólogo de Paula Bonet.
Tan indispensable como leer el libro de principio a fin y en
el orden en que están dispuestos los poemas. Es decir, que aquí no vale con
mirar la portada con displicencia, abrir páginas al azar y picotear unos
versos.
Leído así, al vuelo, no hay por dónde cogerlo. "No
te acabes nunca" se nos caería de las manos y podría romperse. Luego,
todo serían comentarios sarcásticos y que si instapoetry y que si poetuits,
cuando resulta que este libro es el más puro ejemplo de la fuerza de la palabra
poética. De poemas claros, cristalinos, que dotan de sentido al esfuerzo de
buscar una explicación a los dramas cotidianos mediante la escritura.
Así que fuera soberbias críticas y parapetos. Hay que
conocer la biografía de la autora para entender por qué Charlie y Nico, y qué
papel tiene Paula Bonet en todo esto. Ser un lector receptivo. María ha hecho
gran parte del trabajo por nosotros, decantando su experiencia personal de la
pérdida y el luto en poemas limpios de retórica.
Y sin miedo al vacío: están cargados de transcendencia. Lo
que no tienen es la espiritualidad postiza de postal o meme, porque ocurre que "pan con tomate y tortilla" en
domingo y un niño ríe con Pocoyó.
Ya digo que no voy a espigar ningún poema. Ahora, que el
lector se sujete la armadura con cuidado. Advertencia: se le romperá el corazón, pero viene con garantía.
-- una reseña de Tive Martínez, 2017
-- "No te acabes nunca" de María Leach (Espasa es Poesía, 2017)
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