martes, 26 de mayo de 2015

BITÁCORA DE MUJERES EXTRAÑAS, de Esther M. García

-- una reseña de José María Martínez



Nada más que este libro de poemas he podido leer de la chihuahuense Esther M. García (Ciudad Juárez, 1987), pero es tal la intensidad que transmite que, sin conocer su obra narrativa, ya la tengo en gran estima como autora. "Bitácora de mujeres extrañas" (CONACULTA, 2014) obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal —por una vez tuvo sentido tal distinción.


El poemario se abre con un "Breviario de mujeres", galería de figuras femeninas con nombre propio y con fecha fatal de defunción. Ellas comparten, además de su condición sexual —víctimas de por sí de un mundo macho—, todo tipo de explotaciones. Está la empaquetadora a la que destroza el tabaco y los turnos maquinales, la obesa alcoholizada ebria de soledad, la desalmada de lengua de cuchillo, la consumida por la enfermedad mental de su progenitora, la lesbiana oculta, la que compensa sus carencias con el hijo —"el tierno monstruo llamado madre", la que muere al dar a luz. 


Una característica de estos poemas es que carecen de mecanicismos: forman un todo pero cada uno plantea su propia resolución. Así, los últimos poemas, como el de la mujer atrapada en cuerpo de hombre o el de la discapacitada recluida por su familia, tienen un final distinto, sin muerte trágica o violenta, abierto a otras salidas. El último de estos poemas, "Mujer bestia mirando la ciudad", nos lleva incluso pensar que trata de la propia autora en su descubrimiento de la poesía auténtica, la que le revela su fiera interior "en los charcos marranosos de la ciudad desierta".


La segunda serie de poemas, "La embarazada solitaria", está dedicada a "la niña sola", abandonada por el hombre que la ha preñado. Lo peor es que no se trata de un caso singular, sino que es ejemplo de otras tantas muchachas que "día a día / (...) con el vientre abultado y / la soledad prendida al pecho / caminan por el ocaso de la ciudad en ruinas". Este panorama apocalíptico no deja en buen lugar a una sociedad que es cruel. 


La situación alcanza el mayor patetismo en el poema donde "la embarazada solitaria se masturba / en la medianoche de los lirios muertos" y "eyacula el olvido el amor su alma". El último poema, donde detalla los estragos de la gestación en el cuerpo joven, acaba abruptamente con el dolor de los primeros momentos del parto. No hay felicidad, no hay nacimientosolo "una tijera fina cortándola como una tela".


"Ella habla" es el título de la tercera serie. Aquí encontramos los versos más dramáticos: "siempre creí que el amor era golpear al otro / (...) echarle agua como a un perro". La mujer que habla en estos poemas se animaliza, se ve a sí misma como un "animalito aplastado" en mitad de la calle. La culpabilidad y otros asuntos pantanosos propios del psicoanálisis —padre/hijo/amante— comienzan a aflorar. Y al lector le asalta la terrible posibilidad de que la autora esté contando sus vivencias en estos momentos. Ciertos detalles hacen pensar que aquí no hay máscara, que se acabaron los personajes.


Conviene también recordar que estamos leyendo un magnífico libro de poemas, no asistiendo a un melodrama exhibicionista. Ciertamente, no es el caso. Hay una figura paterna espantosa, encarnada en el lobo del cuento de las cabritillas, en "víbora oscura", "ave ebria", "roja langosta". La mujer que lo evoca se considera a sí misma otro lobo que aúlla de terror. Esther García estremece,  porque parece saber de lo que está hablando, al tiempo que usa la poesía como exorcismo de sus peores demonios.


La muerte del padre alcohólico y maltratador, un padre que literalmente revienta por dentro y se derrama "como un ave triste / en la cama de hospital", llega finalmente para aportar el alívio de la compasión. Al perder su fuerza, al desaparecer la amenaza, regresa, indefenso, el niño.


La última serie del libro, titulada "Variedad de espinas", es la más heterogénea. Consiste en poemas/retratos de mujeres "extrañas" que parecen hechos a partir de fotografías de prensa: la cantora de noche, las niñas prematuramente sexuadas, la asesina, la toxicómana. En esta serie se incluye el único poema —el dedicado a las modelos siliconadas— que desentona del resto por su tono grotesco. A continuación, el poema "Suicide girls" revela explícitamente algunas claves literarias de la poeta, como son Pizarnik, Plath y Sexton —célebres exorcistas.


"Ma mère", el poema que cierra el libro de manera extraordinaria, recoge los temas anteriormente tratados, como la fusión definitiva de madre e hijo —de carnicero y de víctima sacrificial— y conlleva la animalización total del creador de engendros, que son los poemas, que son los monstruos. 

-- "Bitácora de mujeres extrañas" de Esther M. García
ejemplar adquirido en http://www.elastillerolibros.com/

lunes, 25 de mayo de 2015

VIDA DE PROVINCIAS, de María Yuste

-- una reseña de José María Martínez



En idénticas condiciones biogeográficas, hay quien escoge el realismo sucio y se complace en detallar la degradación del género humano en verso y prosa. Y hay quien, como María Yuste (España, 1988), nace y crece en el suburbio, con vistas a descampados llenos de chabolas y barro, pero sencillamente es buena persona y su mirada se empapa de lágrimas ante el panorama desolador.


La vida en las provincias, en el puro desierto de sol y cemento, entre vecinos a los que has visto en bragas por la ventana toda la vida y que siguen siendo auténticos desconocidos, puede crear monstruos o puede revelar lo mejor de nosotros. María tiene una inteligencia sensible que le permite ver con cercana distancia todas las vergüenzas posibles del culo del mundo. La maravilla es cómo, de un lugar tan feo, puede surgir una escritura tan compasiva. 


Son emocionantes sus retratos de mendigos, de tontos y locos, de jóvenes sobre los que merodea el espectro de la droga y el subdesarrollo, junto a las fotografías del álbum familiar, de una familia cuyas peculiaridades y miserias apreciamos, porque ella nos las muestra con el justo pudor necesario para conmover y no hacer carnaza. Desde una infancia y adolescencia donde la máxima elección era ser de Camela o de Chayanne, el mayor atrevimiento ir al Cash Converters, María Yuste emerge pura y nos regenera a los que también pudimos vencer al mortal aburrimiento y escapamos del lugar maldito.

-- "Vida de Provincias", María Yuste (Honolulu Books, 2014)

miércoles, 6 de mayo de 2015

ESTO ES PLOP! LIT



ESTO ES PLOP! LIT
~ ó la literatura que está cayendo ~

un manifiesto uni-personal y transferible

— á Dante Tercero

La Literatura de Internet la que hace Plop! porque está cayendo Yo no sé lo que es, pero Yo sí que sé que no es lo que un Señor que no permite comentarios y pone trabas a compartir dice que es.
                                                    
Por el contrario, Yo creo que la Literatura de Internet la que dice todo el rato YO YO YO está hecha para ser comentada y compartida. En cuanto al YO, qué hay de malo en el YO?!?!?  Viva YO!!!

Yo,  que me he pasado la vida anulando mi YO para que me deje un sitio la Sociedad. Pero ahora, gracias a la Literatura de Internet, puedo ser YO mismo.

(en el sitio-Web)

Y en cuanto Vosotros, me encanta que seáis Vosotros. Amo vuestros YOs particulares maravillosos. Yo asisto cada día al despliegue de vuestro talento individual, que me da esperanza en lo humano.

Amo ver lo guapos que sois todos en cada Selfie. Daré Me Gusta y dejaré emojis cursis en cada cosa chula que publiquéis.

Yo no veo nada bueno en la anulación del YO. Yo creo que deshacerse en lo Común es de lo peor. Yo solo quiero interactuar con una comunidad de individuos, cada uno con sus pelos y señales. Cada mierdecita, cada emoji me emociona y me llena de vida.

En cuanto a la Poesía, me importa un pepino la Poesía!

Por el contrario, Yo amo cada uno de vuestros poemas, que son la exposición más íntima y desnuda de vuestros YOs. Yo amo el Porno de vuestros poemas que ese Señor que no permite comentarios y pone trabas a compartir dice que es Internet.

Yo amo los Pepinos y los Pimientos. Yo amo lo inmediato, efímero y en tiempo real. Yo me conmuevo con vuestras Imperfecciones, que me parecen Bellas y Sexys. Amo vuestra exhibición, las faltas, los errores. Los esbozos, la creación viva.

(Viva el poeta-revelación! Todo poema es revelación. Quien revela su YO es el verdadero rebelde. La Revelación es la verdadera Rebeldía.)

A mí no me importa de un poema más que el Placer y el Consuelo que aporta a quien lo escribe y a quien lo lee a quien lo Comenta y lo Comparte.

Yo no creo en la Poesía como un valor formal sublime. No creo en el Ideal, la Transcendencia, por donde asoma la Forma otra forma de la Fama. Por eso Yo os doy mi Amistad y mi Amor en vida. Yo doy y quiero las Flores en Vida.

(Viva el valor de la valentía! El valor de los poetas valientes que se revelan y rebelan.)

Cuando Yo muera se acabará el Mundo y se acabará la Poesía. Cuando Vosotros muráis se acabará el Mundo y se acabará la Poesía. De nada servirán entonces las Flores, las Formalidad la Fama.

Yo agradezco cada poema vuestro en mi Vida. Yo quiero poder ayudar a vivir su Vida a una Muchacha Argentina a la que no veré en mi vida. Yo daré mi Ayuda, que será también Auto-Ayuda.

(Viva el Bombo y el Auto-Bombo! Por mí y por mis Amigos, mis Amores!)

Yo creo que todo esto que Yo estoy diciendo es Política, pero Yo no creo en la Ideología. La Ideología siempre ha querido anular mi Yo y corregir mis Defectos en aras a una Idea de lo que es Bueno para mí y lo que es Correcto.

No creo tampoco que la Ideología sirva a un supuesto Bien Común de una Sociedad, un Pueblo, un País, una Humanidad que Yo No Sé Qué Son. Yo no creo que los Ideólogos amen más al prójimo que a sí mismos.

Yo no sé si me explico. Yo creo en nuestra Comunidad pero no creo en el Comunismo porque soy Único y no soy Común. Vosotros sois Únicos y no sois Comunes. De repente me convierto en un Neo-Liberal Ultra-Capitalista y hago Plop!

(Por el Número Impar! Contra las Cifras Largas y Gordas! Por el Cero a la Izquierda! Contra la Paridad y el Redondeo!)

Yo no aceptaré la Norma Común que anula mi individualidad. Yo ayudaré en cuanto pueda pero, si Yo no puedo si Yo no puedo ser Yo!, que le den morcilla a una Sociedad y a un Pueblo que nada ha hecho por mí y por mis Amigos, mis Amores.

(Yo y Platero! El Burro, delante! Para que espante! Que la Carne de Burro es Transparente!)

Yo no sé que es todo Eso tan Ideal y tan Sublime. Yo solo sé que creo en cada uno de Vosotros mis YOs y en vuestros poemas que Comento y que Comparto.

A mí me importa más un Pimiento que toda la Poesía!

PLOP!!!


- un comentario de José María Martínez a

LOS JUSTOS Y LOS CREYENTES (poema)

"Me quiero asegurar que mi sombrero está bien roto y que los rayos pueden entrar en mi cabeza" (Veneno) los justos y los creyentes...