apenas pude verte,
¡oropéndola!
....
Crucificados,
los vencejos
purgan sus alas
en vuelo.
....
Con un quiebro
grácil,
se desvían en
el último
momento
momento
golondrinas kamikazes.
....
Qué triste
con un roce
destrozar tus
alas,
gorrión.
© José María Martínez, 2013
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